Probablemente una de las tareas más desgastantes en las labores de aseo, sea la de escurrir a mano los traperos, y de hecho es una de las más frecuentes causas de incapacidad entre el personal encargado de la limpieza, llegando inclusive a ser el origen del síndrome del túnel carpiano, el cual se da por una presión excesiva en el nervio mediano, el cual está ubicado en la muñeca, y que es el que permite la sensibilidad y el movimiento de ciertas partes de la mano, este síndrome puede causar entumecimiento, hormigueo, debilidad o daño muscular en manos y dedos.
El uso de baldes con mecanismo de exprimido para traperos, es una excelente opción para evitar estas situaciones, al tiempo que ayudan con la prevención de infecciones que pueden ser adquiridas fácilmente por el contacto de las manos con el agua sucia, la cual obviamente cuenta con una altísima carga de microorganismos potencialmente peligrosos.
Es frecuente en nuestro medio que las personas encargadas de la limpieza no se muestren muy entusiasmadas con el uso de esta herramienta, sin embargo en la gran mayoría de los casos esta actitud se debe a que no se le educa adecuadamente en su uso, las siguientes recomendaciones serán de mucha ayuda para el uso adecuado del balde:
-El tamaño del trapero y del balde deben concordar.
-Incline su cuerpo hacia adelante al accionar la palanca.
-Use preferiblemente un balde que le permita separar el agua sucia, así no terminará trapeando con agua sucia o sea redistribuyendo la mugre.
-Al introducir el trapero en el balde tenga cuidado de que en la canasta exprimidora no entre el mango del mismo.
-Mantenga las ruedas del balde lubricadas.
-¡Mantenga su balde limpio!
