Detrás de cada alimento debe existir un riguroso proceso de calidad donde se garantice la correcta limpieza y desinfección usando las herramientas adecuadas, teniendo como objetivo principal la inocuidad de los productos.
Inocuidad se refiere a conseguir la ausencia de peligros que atenten contra la salud, ya que los consumidores tienen el derecho a ingerir alimentos que no contengan ningún tipo de agentes físicos, químicos o biológicos.
Esta industria tiene la responsabilidad de cumplir con los lineamientos dictados por los organismos de control y para cumplir con ello, es indispensable el uso de productos de alta calidad aptos para el contacto con alimentos; por ejemplo, las herramientas en colores elaboradas en PBT (tereftalato de polibutileno) que es un polímero termoplástico, resistente a los disolventes y al calor; estas pueden ser utilizadas para implementar codificación por áreas leer entrada: codificación por colores ¿qué es? y se complementa con el uso de químicos que sean eficientes y eleven los niveles de seguridad en cada proceso.
Además de lo mencionado anteriormente, un correcto almacenamiento de los insumos es igual de importante a la limpieza y desinfección, los recipientes libres de BPA garantizan la durabilidad y cumplen con estándares de calidad además de facilitar el uso de los materiales teniendo zonas más ordenadas.
Si bien la seguridad no solo depende de las empresas productoras, estas si tienen gran incidencia en la salud pública, por lo que el conjunto de acciones que estas implementen para cumplir con protocolos debe estar apoyados por productos eficientes, además de sistemas como HACCP, que consiste en buscar la inocuidad de los alimentos siguiendo unos lineamentos de acuerdo a la etapa de la cadena productiva que se encuentre.